Teatro Echegaray
El Nuevo Teatro Echegaray se inauguraró en verano de 2009 tras ser rehabilitado por el Ayuntamiento, aunque el 9 de mayo ya abrió sus puertas para albergar las actividades de la Noche en Blanco. Este simbólico edificio está situado en el entorno del Museo Picasso, la Catedral, el Museo de Bellas Artes y la Plaza de la Merced, conocido como la Isla de las Artes. Ofrecerá una programación cultural complementaria a la del resto de salas de espectáculos de la ciudad.
El cine fue diseñado por Manuel Rivera Vera, autor del Ayuntamiento de Málaga entre otros nobles edificios civiles de la ciudad, arquitecto que construyó un lujoso inmueble con un vestíbulo profusamente decorado y un patio de butacas en el que destacaban unas vidrieras de la prestigiosa casa Maumejean. Con 500 localidades en el patio y 300 en el anfiteatro, fue inaugurado el 19 de noviembre de 1932 con una fastuosa gala en la que se proyectó la película El favorito de la guardia.
En 2001, se pasó la última película en el Echegaray, que cerró sus puertas al tiempo que el Ayuntamiento de Málaga firmaba un convenio con sus propietarios para destinarlo a uso teatral y así servir de complemento al saturado Teatro Cervantes.
El presupuesto ha sido de 7,2 millones de euros que se han dedicado a la rehabilitación de este edificio de 1932, de Ribera Vera. Se han recompuesto todas las molduras decorativas, muy deterioradas, y se ha llevado a cabo un importante trabajo de ebanistería en las puertas. También se ha cambiado el color, más alegre y más acorde con modelos reconocibles como la Catedral, el Palacio de Godoy en Boadilla del Monte o la casa museo de Homewood en la Johns Hopkins University de Baltimore.
Destaca el rescate de las espléndidas vidrieras de la acreditada casa Maumejean, fundada en París en 1860. Estas vidrieras estaban en el interior de la sala cinematográfica y se han recuperado instalándolas en los rellanos de las escaleras laterales, retroiluminadas, para producir, con el efecto de la transparencia, que detrás hay aire, espacio, y no las apretadas medianerías de los edificios colindantes. El arquitecto Francisco Peñalosa Izuzquiza, ya fallecido, ha sido el verdadero pulmón del proyecto, en el que han colaborado también Salvador Moreno Peralta y Cesar Olano Gurriarán.
La escena ocupa la mitad del espacio del teatro y todo está concebido para dos objetivos: una gran versatilidad en el montaje de producciones escénicas y una gran proximidad entre los espectadores y la escena. La superficie total construida ha sido de 2.144,70 metros cuadrados, y el aforo total de 300 espectadores. Este nuevo equipamiento cultural, situado en la calle Echegaray, será complemento de la programación del Teatro Cervantes ofreciendo nuevos formatos de espectáculos de teatro, danza y conciertos, aprovechando las posibilidades derivadas del sistema técnico de butacas retráctiles que permite disposiciones muy diferentes.