Hotel Rural La Seguiriya

Sería muy difícil ofreceros la crónica de este reportaje sin los comentarios que merece el alojamiento que hemos elegido para alojarnos y recomendaros. La Seguirilla no puede concebirse como un lugar solamente, pues el carácter de sus regentes forma parte de la personalidad del encanto que aquí encontramos. El sentimiento rebosa por todos lados, el cante está presente, la atención con cariño por encima de formalismos es una máxima.

Fue en el año 2000 cuando el cantaor Paco Moyano y su mujer Lola decidieron restaurar una antigua casa de labradores en el corazón de Alhama. La casa de 1745 se encuentra literalmente colgada de los impresionantes tajos, y se han respetado los materiales de la época, los suelos, las paredes blancas, cuidando todos los detalles para que la estancia tenga la sencillez y la calidez de antaño. Pero con todas las comodidades ya que todas las habitaciones tienen calefacción, baños, teléfono, TV y conexión a Internet.

Pero no sólo de cariño vive el hombre pues los platos son exquisitos. Huyendo del montaje habitual en la nueva 'cocina internacional', el arraigo por sabores de nuestra tierra en combinaciones exquisitas nos hacen disfrutar de los momentos de nuestra restauración en compañía de una amena charla. Hoy es invierno, pero imaginamos que los desayunos en la terrazacita en tiempos para estar fuera deben ser sublimes con la salida del sol.

Las especialidades gastronómicas son el Bacalao, el Atún de Almadraba, El Cordero al horno, Lomo de cerdo al horno con ciruelas pasas y un buen surtido de ensaladas. De entre nuestros postres caseros destacan la crema de yogurt con crema de higos y la tarta de naranja y chocolate.